“Creemos en que Chile se vuelva un referente en la industria de la construcción a nivel regional”
A nivel nacional el sector de la construcción es el sexto en importancia en términos de generación de producto interno bruto, con un 7,8% de aporte al PIB y 8,4% de empleos al 2015. “Entre 2003 y 2010, la actividad de la construcción fue responsable del 55% de la inversión total del país. Al año 2012 el tamaño del mercado total de la construcción, tanto infraestructura como edificación, fue cercano a US$ 29.900 millones de inversión anual, de los cuales un 35%, equivalente a US$ 10.640 millones, correspondieron a edificación residencial y no residencial”, señala un informe CORFO de 2016.
Esta realidad motivó a proyectar una mirada de futuro para desarrollar una industria de la construcción productiva, sustentable y competitiva a nivel global, con la incorporación de nuevas tecnologías, fortalecimiento del capital humano y posicionamiento en la región, a través del Programa Estratégico Nacional en Productividad y Construcción Sustentable, Construye2025, impulsado por Transforma de CORFO. Marcos Brito, gerente de este Programa conversó con Revista Hormigón al Día para revisar los principales alcances y desafíos de esta iniciativa.
¿Cómo surge y cuál es el objetivo del Programa Estratégico Construye2025?
Considerando la relevancia del sector de la Construcción y la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento, presentada en mayo del 2014, que da origen a los Programas Transforma cuyo objetivo es sentar las bases para una nueva fase de desarrollo de nuestra economía, nace el Programa Estratégico Nacional en Productividad y Construcción Sustentable, Construye2025. Asimismo, complementa la actual Estrategia Nacional de Construcción Sustentable, que tiene por objeto ser una herramienta orientadora que establezca los principales lineamientos para impulsar la integración del concepto de desarrollo sustentable en el área de la construcción en Chile.
¿Cuáles son sus énfasis?
El Programa Construye2025 es una estrategia nacional que tiene el objetivo de transformar la manera de construir edificaciones en Chile, para mejorar la productividad del subsector edificación de la construcción en toda su cadena de valor y generar un cambio cultural en torno al valor de la sustentabilidad, considerando el impacto del ciclo de vida del inmueble y el bienestar de las personas. Para lograr lo anterior, coordinamos y articulamos la participación de actores relevantes desde los sectores público, privado y la academia, la provisión de bienes públicos, la generación de iniciativas innovadoras y las mejoras regulatorias necesarias, propiciando a la vez un cambio cultural en torno al valor de la sustentabilidad.
¿En qué temáticas están trabajando?
El resultado del proceso de construcción de la Hoja de Ruta se traduce en 16 iniciativas prioritarias que actualmente cuentan con diferentes niveles de implementación y financiamiento. Las iniciativas han sido agrupadas en cuatro ejes estratégicos: una industria más productiva; que produce edificaciones sustentables; que potencia la innovación y el uso de nuevas tecnologías; y que desarrolla productos, servicios y talentos exportables.
Dentro de las 16 iniciativas, se ha determinado la existencia de tres verticales de carácter estructural para el programa, considerando que aportan al cumplimiento de las metas de los ejes estratégicos. Estas son: Implementación del Plan BIM; El desarrollo del DOM en Línea y el Plan de Industrialización y Construcción Limpia. Asimismo, se plantea el desarrollo de plataformas habilitantes para el desarrollo, tal como es el caso de los Centros Tecnológicos de I+D+i y los Centros de Extensionismo Tecnológicos.
En ese sentido la industrialización se presenta como una alternativa que aporta a la productividad. ¿Cómo evalúa su desarrollo?
Creemos en que Chile se vuelva un referente de la construcción a nivel regional e industrializada está directamente ligada a una mayor productividad y competitividad, mejor calidad de la obra, reducción del riesgo y una disminución de los residuos de construcción. Así, las iniciativas que conforman la Hoja de Ruta de Construye2025 intentan responder a esas brechas, a través de instrumentos y mecanismos que produzcan cambios en la innovación y la tecnología, en la eficiencia, en la gestión, y en la capacidad y formación del personal de las empresas e instituciones. La industrialización de este sector debe ser entendida como un proceso que traslada en gran medida la producción a talleres donde se prefabrican partes y piezas, sumado a un concepto integral de diseño, que tempranamente genera interacción de todos los involucrados en los proyectos, y con ello, una reducción drástica de los costos de transacción, que nos permitirá dar el salto que soñamos; aumentando la productividad de la construcción, minimizando errores, mejorando la certeza de los plazos y de los presupuestos y disminuyendo la conflictividad contractual.
Respecto de lo anterior, ¿cuáles serían las principales brechas para su desarrollo?
Sobresale la actual falta de integración de la construcción en etapas tempranas de proyectos, que vinculen a los distintos actores del proceso constructivo, desde el diseño y planificación, hasta la postventa, considerando el ciclo de vida completo del inmueble. Es necesario acotar que, de incorporarse sistemas de construcción industrializada desde las etapas tempranas de diseño, es posible obtener importantes beneficios en relación a disminución de plazos y costos en los proyectos.
Para ello, en el marco del Plan de Industrialización y Construcción Limpia, y bajo el alero de Construye2025, se oficializó la conformación del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), espacio que promoverá las oportunidades que ofrecen la industrialización y prefabricación en el sector de la construcción, con la meta de incrementar la productividad en el rubro, minimizar los impactos durante la etapa de construcción y mejorar la seguridad de los trabajadores en las obras.
El objetivo es promover el desarrollo de soluciones industrializadas, prefabricadas y modulares que mejoren la calidad, productividad, y sustentabilidad en la edificación, incorporando mejores prácticas, tecnología e innovación en toda su cadena de valor, junto con metodologías avanzadas de gestión de proyectos y el desarrollo de un marco normativo adecuado para esto.
En este escenario, ¿qué rol jugaría el hormigón, como una de las soluciones más empleadas en la industria?
Construye2025 tiene el objetivo de cambiar las prácticas en cómo se construye, gatillando un cambio cultural, considerando todas las etapas del ciclo de vida de un proyecto, desde el suministro de materiales hasta el fin de la vida útil de la edificación. De esta manera, se genera valor a partir de una mayor eficiencia en los procesos, desarrollo tecnológico, industrialización, estandarización, plataformas de gestión de proyectos, fortalecimiento del capital humano y educación de clientes.
Esta transformación, implica industrializar la edificación, propender a fabricar partes completas en instalaciones especializadas y que la obra se centre en el montaje; para esto, necesitamos estandarizar componentes, los cuales permitan alcanzar volúmenes que sustenten la producción. En ese sentido el hormigón, como materialidad, tiene mucho que aportar en lo que a la construcción industrializada se refiere. Existen hoy diversas tecnologías, técnicas y alternativas para trabajar el hormigón de manera más eficiente y controlada, sobretodo en el ámbito de prefabricados y pienso que en Chile el proceso de adopción tecnológica irá paulatinamente acelerándose. En una primera fase nos hemos enfocado en impulsar el tema de la prefabricación, en lo que a este material se refiere, sin embargo existe un sinnúmero de alternativas que se pueden considerar, como hormigones con mejores propiedades de aislación térmica, sistemas mixtos con otros materiales y fachadas de hormigones prefabricados, entre otros. Son varios los campos que se abren, por lo que habrá que estudiar bien dónde vamos a poner los énfasis.
Finalmente, ¿cómo proyectan a futuro los énfasis de la construcción nacional?
Luego del primer año de implementación del programa, ya que en octubre comenzamos el segundo año, los énfasis están dados por la industrialización, junto con lograr acuerdos y alianzas, como el Acuerdo de Producción Limpia para la Construcción, de manera de comprometer a empresas para que trabajen en la gestión de sus residuos. Junto con ello, mejorar la mano de obra, esto a nivel operario, técnico y de supervisión en las obras. Son brechas importantes que hay que ir cerrando. También vamos a generar estudios que nos permitan tener cifras propias de este sector. Por ejemplo, cuando hablemos de industrialización, que lo hagamos con cifras estudiadas en Chile: cuáles han sido los beneficios, cuáles los casos de éxito y cuáles han sido los fracasos también. Es importante además la coordinación entre el aparato público y las empresas privadas, para preparar al primero para trabajar con este tipo de obras. Mejorar la calidad de los contratos cuando se ejecutan las obras de modo de disminuir controversias. La eficiencia energética la estamos viendo con el Ministerio de Energía y la Agencia Chilena de Eficiencia Energética que tienen una estrategia más bien transversal, apoyar el desarrollo del Sello de Vivienda Sustentable del MINVU y por supuesto continuar con el proyecto DOM en línea y el Plan BIM. u