Complejo Fronterizo Pichachén: Prefabricados de hormigón como solución a obras en condiciones climáticas especiales

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Las obras del nuevo Complejo Fronterizo Pichachén, ubicado en la alta cordillera en la Región del Biobío, se diseñaron para ejecutarse con hormigón armado in situ. Dada las extremas condiciones climáticas del lugar donde se emplaza el proyecto, DVC, constructora a cargo del proyecto, propuso cambiar la metodología constructiva y utilizar el sistema de paneles prefabricados de hormigón Baumax, lo que benefició el desarrollo de las obras, especialmente en términos del cronograma del proyecto.

Ubicado en plena Cordillera de los Andes de la región del Biobío, a 2.062 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el paso fronterizo Pichachén, que conecta a Chile con Argentina, en específico, con la provincia de Neuquén.

Este paso fronterizo, cuyas instalaciones actuales corresponden a containers modificados para funcionar como oficinas de aduana y de alojamiento del personal, además de un retén de Carabineros, con los años ha visto un aumento significativo de tránsito por la zona. En marzo de este año, el delegado provincial presidencial de Biobío, Javier Fuchslocher, destacaba el aumento de ingresos y egresos de turistas a través de este paso en la última temporada estival, cifrando en 12.546 personas las que transitaron por el centro

“Hemos visto un incremento considerable en la cantidad de turistas que han ingresado y salido del paso. Por ejemplo, en la temporada 2018-2019, hubo 2.988 ingresos. Estuvimos revisando con autoridades y la misma alcaldesa Bobadilla, que esta temporada llevamos 6.779 ingresos y 5.767 personas que han salido a través de Pichachén”, destacó.

Dado este crecimiento, la mejora en las instalaciones del paso se hizo necesaria. Por ello es que, a fines de 2024, se anunció el proyecto técnico que mejora diametralmente las instalaciones. Se trata de una edificación de poco más de 3.000 m2 -3.080 m2, para ser exactos- cuya ejecución la realiza el Ministerio de Obras Públicas, MOP.

Las nuevas instalaciones del ahora Complejo Fronterizo Pichachén, contarán con “recintos para la tramitación fronteriza de servicios y módulos para oficinas y hotelería, con caniles, y habilitado con última tecnología”, comentó Juan Andrés Vega, director regional de arquitectura del MOP al sitio web Meganoticias.

Uno de los requerimientos fundamentales que planteó el MOP para esta obra -que corresponde a una inversión que supera los 22.000 millones de pesos- es que la edificación debía construirse con hormigón armado, el que debía colocarse in situ. Ante las complejidades climáticas y logísticas debido a la particular ubicación del centro fronterizo, la constructora DVC del Grupo Flesan, a cargo de levantar este proyecto, solicitó modificar la metodología constructiva: en vez de hormigonado in situ, utilizar los paneles prefabricados de hormigón de BauMax.

Cambio de metodología constructiva: de hormigón in situ a prefabricados de hormigón

El diseño original del Ministerio de Obras Públicas (MOP) contempló la construcción en hormigón armado in situ para todas las estructuras del complejo, incluyendo instalaciones y muros secundarios. Rodolfo Terrazas, gerente general de DVC, comenta que utilizar esta metodología implicaba una serie de problemas técnicos, especialmente por las condiciones del sitio.

Fotos: Imágenes del render con el diseño original del proyecto Complejo Fronterizo Pichachén. Crédito: Gentileza Constructora DVC.

“El proyecto inicial que se presentó establece que todo el complejo se debía construir en hormigón armado in situ. Todos los muros, independiente si eran estructurales o no independientes, también se contemplaron con hormigón armado. Esto se hizo extensivo incluso a unos caniles para perros que contempla el proyecto”, comentó Terrazas.

“El diseño contempló que todas las tuberías, tanto de agua como las de los sistemas de calefacción, debían estar embebidas en estos muros de hormigón. Con temperaturas de 20 grados bajo cero, el proyecto iba, sí o sí, a tener problemas de congelamiento y eso iba a provocar roturas de cañería”, agregó.

Ese análisis motivó a que la empresa propusiera, en la fase inicial, un cambio completo hacia construcción modular, pero el MOP mantuvo el diseño en hormigón armado. DVC entonces planteó modificar únicamente la metodología constructiva. Es decir, mantener el material -hormigón armado- pero utilizando paneles prefabricados.

“Nosotros le propusimos al MOP cambiar la metodología constructiva a través de este sistema de paneles prefabricados de hormigón, que en este caso lo estaba suministrando Baumax”, explicó Terrazas.

Características técnicas del sistema

El sistema Baumax que se utilizó en la obra del nuevo Complejo Fronterizo Pichachén emplea paneles prefabricados de hormigón dobles, los que cuentan con un “alma” que, para este proyecto, se rellena con un hormigón fluido. Sebastián Lüders, gerente comercial de Baumax Chile, detalla las especificaciones técnicas del proyecto.

“Para este proyecto -comentó- fabricamos muros de más de cinco metros de altura, con mayores espesores, con enfierraduras mucho mayores, con uniones más resistentes. Estos muros están compuestos de dos paneles de hormigón, y el centro del alma es de hormigón fluido”.

El proyecto Complejo Fronterizo Pichachén contempló la fabricación de 2.600 metros cuadrados de muros, equivalentes a 319 elementos prefabricados, y 1.172 metros cuadrados de losas, correspondientes a 130 elementos. En total, se produjeron 3.800 piezas prefabricadas.

Foto: Vista aérea del sitio de la obra. Crédito: Gentileza Constructora DVC

Una característica particular de esta obra es que prácticamente ningún elemento, de los más de 300 que se fabricaron para este centro fronterizo, se repite. “No existe ni un muro que sea igual a otro”, subrayó Lüders. Esta singularidad contrasta, por ejemplo, con los proyectos habitacionales en los que participa la empresa prefabricadora donde la repetición es la norma. Esto, no obstante, no afecta la eficiencia productiva del sistema.

“El sistema es el mismo, la manera de hacer cada muro es la misma. No le quita eficiencia al sistema que todos sean distintos. Obviamente hace que sea más lenta la ingeniería, pero después, productivamente hablando, el proyecto no tuvo grandes complejidades para la planta”, precisó el vocero de Baumax.

Proceso de montaje y ejecución de juntas húmedas

Si bien el proyecto, gracias al cambio de metodología, se ejecutó con los paneles dobles prefabricados de hormigón, se mantuvieron elementos de construcción in situ en las juntas húmedas. Terrazas explicó que “todas las uniones, los nudos, son todos con hormigón. Son juntas húmedas y las losas tienen arriba una sobrelosa de compresión, por lo tanto, también hay que hormigonar. A eso, también hay que sumar las fundaciones”.

No obstante, el volumen de metros cúbicos de hormigón vertido in situ disminuyó notoriamente. “La cantidad y el volumen se redujo bastante. Hacer las juntas húmedas y las preparaciones para el montaje de los paneles prefabricados, logísticamente hablando, era mucho menos trámite”, puntualizó el gerente de DVC.

Foto: Montaje de los paneles prefabricados de hormigón. Crédito: gentileza Constructora DVC

El hormigón que se utilizó para las juntas se suministró desde la ciudad de Los Ángeles mediante camiones mixer. “El camión llegaba justo en la ventana de tiempo de trabajo, pero llegaba con el hormigón fresco. En ese sentido, Baumax utiliza para todas sus juntas el hormigón súper fluido”, comentó Terrazas.

En el caso de los paneles prefabricados, estos elementos se transportaron en camiones y llegaban en posición horizontal a la obra donde se montaban verticalmente mediante grúas. “Estos muros llegan horizontales y en obra hay que tomarlos, levantarlos y montarlos de forma vertical”, explicó Lüders. “Se monta el muro y se le ponen dos puntales, nada más, y se hormigonan, porque después el muro mismo se contiene”.

Configuración del proyecto Complejo Fronterizo Pichachén

El Complejo Fronterizo Pichachén comprende tres edificaciones principales dentro de una superficie total de entre 3.000 y 4.000 metros cuadrados. “Son tres edificios: uno es el edificio del control fronterizo, otro es un edificio para el hospedaje y otro es un edificio de servicio donde hay salas técnicas y están los caniles, también”, detalló Rodolfo Terrazas.

Las edificaciones de hormigón son de uno y dos pisos, mientras que la estructura metálica que las contiene alcanza alturas de 10 a 12 metros en la cumbrera. “Muchos de estos edificios de hormigón van dentro de un gran galpón de estructura metálica”, explicó el gerente general de DVC.

En la fotos, se aprecia una placing boom en labores de hormigonado in situ, con los paneles prefabricados de hormigón ya instalados. Crédito: gentileza constructora DVC

En esa línea, Rodolfo Terrazas comentó que “se trata de una suerte de galpón con una estructura metálica que contiene en su interior a los edificios de hormigón armado. Los autos se estacionan, se bajan y llegan a un plano donde tienen los edificios por un lado y los caños por otro. Los autos entran por un lado y salen por otro”.

Aislación térmica y transporte: Desafíos logísticos

Dado que las edificaciones de hormigón se ubican dentro de galpones metálicos, el sistema de aislación térmica se aplica exteriormente. “La aislación va por fuera. Para este proyecto, se utilizó el sistema EIFS”, comentó Terrazas, refiriéndose al sistema de aislación térmica que se aplicó para las edificaciones del Complejo Fronterizo Pichachén.

Esta configuración, explica el gerente general de Constructora DVC, responde a las condiciones climáticas extremas del sitio, donde las temperaturas pueden descender hasta 20 grados bajo cero durante el invierno.

El transporte de los elementos prefabricados hasta el Complejo Fronterizo Pichachén requirió atravesar el Parque Nacional Laguna de Laja por caminos serpenteados entre formaciones volcánicas. “Como se trata de un área volcánica, porque está el volcán Antuco, el camino es súper serpenteado y los camiones tienen que ir esquivando unas rocas volcánicas gigantes que hay en la ruta”, describió el vocero de Constructora DVC.

Las limitaciones del trazado condicionaron las dimensiones de los elementos. “Hay algunas curvas que son más apretadas, por lo tanto, no podíamos enviar un camión con una rampa de 12 metros, tenía que ser un camión corto. Por lo tanto, el proyecto completo (los paneles prefabricados de hormigón) se moduló para esas dimensiones máximas”, explicó.

Inicialmente, se planificó un sistema de trasbordo. “Nuestra primera base se ubicó en la localidad de Antuco, antes de subir al sitio de la obra, y generar ahí toda la carga. La más grande la llevamos hasta ese primer punto en camiones con rampa y ahí hacemos el traspaso a camiones más chicos, más eficientes, hasta el destino final”, relató Terrazas.

Foto: Montaje de paneles prefabricados de hormigón (Baumax) en la segunda edificación del Complejo Fronterizo Pichachén. Crédito: Gentileza Constructora DVC

Sin embargo, las pruebas demostraron que los camiones grandes podían completar el recorrido. “Pensábamos originalmente en una estación de intercambio a camiones más chicos porque pensábamos que los camiones grandes no iban a subir, pero terminaron subiendo los camiones grandes, no tuvieron problema”, confirmó Sebastián Lüders.

Coordinación con autoridades militares

La ejecución de la obra requirió de una coordinación constante con las autoridades militares que controlan el acceso a la zona. Por este motivo, la Constructora DVC estableció un acuerdo para utilizar las instalaciones del refugio Los Barros, que se encuentra ubicado entre la localidad de Antuco y el sitio de la obra del nuevo Complejo Fronterizo Pichachén.

“Llegamos a un acuerdo con el Ejército para reparar una parte importante del refugio Los Barros, y ahí nosotros tenemos alojamiento de toda la supervisión de la obra”, explicó Terrazas. “Supervisores y profesionales de obra, todos alojan ahí. Habilitamos, en el refugio, todo el zócalo con instalaciones aptas para poder dormir allá arriba”.

Adicionalmente, la empresa mantiene un campamento en el sitio de la obra para el personal operativo. “Tenemos un campamento en la obra, en el lugar mismo, que aloja todo el personal de la obra”, puntualizó el gerente general de Constructora DVC.

Desafíos climáticos del proyecto

Las condiciones climáticas extremas requieren protocolos especiales de seguridad y coordinación. “Tenemos que estar muy preparados para las emergencias”, subrayó Rodolfo Terrazas. “De un minuto a otro cae una tormenta, llueve, hay viento, nieve y el acceso a la zona se cierra”, advirtió.

En ese sentido, el proyecto experimentó situaciones de emergencia durante su ejecución. “Tuvimos un episodio en abril-mayo, que se pegó una lluvia fuerte y se desbordó un río que queda justo antes de llegar a la obra, y el camino quedó inhabilitado. La gente quedó atrapada”, recordó el gerente general de Constructora DVC.

Estas situaciones de riesgo requieren coordinación con múltiples autoridades. “Hay que estar muy coordinado con el MOP, con el Ejército, con la Delegación Presidencial también. Es una coordinación a todo nivel de autoridad, de todos los actores involucrados”, precisó Terrazas.

Planificación de obra determinada por las estaciones

El proyecto contempla dos paradas invernales obligatorias debido a las condiciones climáticas. “De estas paradas, en la primera, que tuvimos la adjudicación justo antes de la parada en abril del año pasado, ocupamos ese tiempo para hacer una planificación rigurosa de la obra y formular el cambio de metodología constructiva de hormigón in situ a paneles prefabricados con el sistema de Baumax”, explicó Rodolfo Terrazas.

Foto: Avance en la obra de la segunda edificación del proyecto Complejo Fronterizo Pichachén. Crédito: gentileza Constructora DVC

La estrategia para la segunda temporada se enfocó en completar la envolvente de los edificios. “Este año la meta era tener la envolvente de los edificios prácticamente terminada. Creo que, en un porcentaje importante, se está logrando ese objetivo”, puntualizó el gerente general de Constructora DVC.

El gerente general comenta que la obra se clausura durante el invierno debido a la acumulación de nieve. “Se cierra la obra por invierno por razones obvias. Hay aproximadamente 2,5 metros de nieve en esta época. La idea es que la obra se habilite entre los meses de septiembre y octubre, ojalá septiembre”, dijo.

Cambio de metodología: Proceso coordinado con las autoridades

La modificación de la metodología constructiva del proyecto requirió un proceso de aprobación técnica con el MOP. “Lo importante era poder homologar el diseño estructural existente a un diseño con paneles prefabricados. Ese fue el gran desafío y hacer entender al MOP que esto en términos estructurales es exactamente lo mismo”, explicó Rodolfo Terrazas.

Ese proceso involucró documentación técnica extensa. “Hubo mucho informe, mucho análisis que hubo que entregarle al MOP para que se convencieran de que esto era posible y, de esta forma, aprobar el cambio”, agregó.

El gerente general de Constructora DVC precisa que la aprobación del cambio de metodología, si bien se trabajó en conjunto con las autoridades locales, debió tramitarse a nivel central. “Todo esto se mantuvo bien coordinado con el MOP regional, pero tuvo que ir al MOP central para la aprobación del cambio”, puntualizó.

DVC asumió riesgos durante el proceso. “Nosotros apostamos por el sistema y empezamos a planificar y ejecutar la obra con éste, aunque no estuviera oficialmente aprobado. Había que empezar a producir los paneles”, explicó Terrazas.

Por su parte, Sebastián Lüders confirma la premura del proceso. “La producción de los paneles se inició sin que aún contásemos con la aprobación de la autoridad competente, así de jugado fue. DVC lo vio directamente con nosotros y también directo con el MOP”.

Ventajas técnicas del sistema de muros dobles en obras de condiciones complejas

El conocimiento por parte de Constructora DVC del sistema de paneles prefabricados de hormigón de Baumax resultó clave a la hora de cambiar la metodología constructiva del proyecto.

En ese aspecto, el sistema prefabricado ofrece ventajas específicas para muros de gran altura. “Al ser muros altos, sobre 4 metros, 5 metros, cuando se construyen bajo metodología tradicional, el moldaje se debe agarrar de alguna manera desde abajo. Es un tema muy físico, tiene toda una subestructura para poder agarrar lo que está ahí arriba”, explicó Lüders.

“El moldaje, cuando es de 2 metros, es muy fácil de agarrar, pero cuando es de 5 metros, tienes que apuntalarlo con una subestructura. Estos muros que son altos funcionan para nosotros igual que un muro bajo: se monta, se le ponen dos puntales nada más, y se hormigonan, porque después el muro mismo se contiene”, detalló el vocero de Baumax.

Esta característica resultó fundamental para las condiciones del proyecto. “Esa es una ventaja infinita comparada con lo tradicional, y eso fue una de las ventajas que buscó justamente DVC: tener que hacer este proyecto lejos, con poca mano de obra, con difícil acceso, todo eso. Esta es una gran ventaja: se coloca el muro, de la altura que sea, se remueven los dos puntales y estamos listos para hormigonar la segunda etapa”, sentenció.

Cronograma y plazos de ejecución

De acuerdo con su cronograma, el proyecto Complejo Fronterizo Pichachén tiene fecha de entrega programada para noviembre de 2025.

“Estamos apuntando a terminar antes del invierno, pero entendiendo que hay que planificar algo para que el complejo esté en una suerte de ‘marcha blanca’. Esto es, que se haga una suerte de mantenimiento durante estos meses, de manera que se pueda hacer la entrega después del invierno y que puedan empezar a operarlo rápidamente”, explicó Rodolfo Terrazas.

En ese sentido, el gerente general de Constructora DVC comenta que la programación original del Complejo Fronterizo Pichachén consideró estas limitaciones climáticas antes de la puesta en marcha del nuevo complejo. “Ellos están proyectándolo para noviembre”, confirmó el profesional respecto a la calendarización que realizó el MOP.

Eficiencia, razón del cambio de metodología constructiva

Uno de los aspectos más interesantes del proyecto Complejo Fronterizo Pichachén dice relación con el cambio de metodología constructiva, que pasó de hormigón armado in situ a sistema prefabricado. Para esto, el trabajo que Constructora DVC realizó para convencer a las autoridades de que esta transformación era necesaria para la ejecución del proyecto, fue uno que resultó determinante para la ejecución de esta obra, que se proyecta esencial dado el aumento significativo del turismo en la Región del Biobío

En ese sentido, la decisión final de cambiar metodología constructiva se basó en criterios técnicos -de ahí la importancia del trabajo anterior de DVC con los paneles prefabricados de hormigón de Baumax- y de plazo.

En las reuniones que sostuvieron con la autoridad, Rodolfo Terrazas comentó que “se empezaron a dar cuenta de las dificultades respecto a cómo se diseñó el proyecto”. El gerente general de la constructora agregó que “comenzaron a ver que lo que les estábamos proponiendo nosotros, por un lado, no revestía un mayor costo y además aseguraba plazo, que es lo que más le importa al MOP, sobre todo en los pasos fronterizos, obras que siempre presentan un nivel importante de atraso”, señala Terrazas.

El cambio de metodología constructiva, en ese aspecto, resultó conveniente para el MOP, subraya Sebastián Lüders, ya que no implicó mayores costos para el mandante y las coordinaciones con los diferentes actores -especialmente, en materia de ingeniería del proyecto- demostraron la eficiencia de los paneles prefabricados de hormigón para esta obra, especialmente por las características del proyecto.

Un nuevo paso fronterizo acorde a la nueva realidad del país

El proyecto Complejo Fronterizo Pichachén forma parte de un programa más amplio que pretende modernizar las instalaciones fronterizas, denominado como “Plan Nacional de Pasos Fronterizos”, anunciado en marzo de 2023, que busca adecuar las instalaciones fronterizas a la nueva realidad migratoria.

Foto: Imagen capturada del proyecto, en el mes de junio. Crédito: gentileza Constructora DVC

En ese sentido, el nuevo Complejo Fronterizo Pichachén -los tres edificios con muros prefabricados de hormigón- viene a reemplazar instalaciones que eran “muy precarias”, calificó Rodolfo Terrazas. “Esta era una obra que necesitaba su actualización”, añadió.

El gerente general de Constructora DVC comenta que se han ejecutado otros proyectos similares en cuanto actualización de infraestructura fronteriza. “Tengo entendido que en el norte se han realizado obras de similar envergadura y parece que vienen otros proyectos de este tipo. Con el aumento del turismo, la mejora de la conectividad Chile-Argentina es súper necesaria”, subrayó.

Evaluación del MOP sobre el cambio de metodología constructiva

Respecto al Complejo Fronterizo Pichachén, la respuesta del MOP al sistema constructivo implementado ha sido positiva. “Hoy día, dado los resultados que han visto, están fascinados”, concluyó Terrazas sobre la evaluación de la entidad mandante.

En ese sentido, El proyecto Complejo Fronterizo Pichachén establece un precedente para la aplicación de sistemas prefabricados en obras de infraestructura en condiciones extremas, demostrando la viabilidad técnica y económica de estas soluciones en el contexto chileno.

La obra, que representa una inversión significativa en infraestructura fronteriza, marca un cambio en los paradigmas constructivos para proyectos en zonas de alta montaña, donde las condiciones climáticas y logísticas tradicionalmente han limitado las opciones tecnológicas disponibles.

Proyecciones del sistema de Baumax en obras institucionales

Si bien el sistema de paneles prefabricados de hormigón de Baumax se aplica más en proyectos habitacionales, Sebastián Lüders apunta a que, internacionalmente, su uso es más dado en obras de carácter institucional, como la del Complejo Fronterizo Pichachén.

En ese sentido, el gerente comercial de Baumax compara esta obra con una clínica en Valdivia, en la que también se utilizó el sistema de paneles dobles prefabricados de hormigón. “Esa obra es, más o menos, parecida al proyecto del paso fronterizo, considerando la altura, cantidad de muros, lejanía y el clima. Se trata de proyectos que son distintos a lo que tradicionalmente hacemos”, comentó.

Lüders destaca que, internacionalmente, el sistema de muros dobles prefabricados de hormigón que ejecuta Baumax se utiliza principalmente en proyectos institucionales. “El único país en el mundo donde nuestro sistema se ocupa para vivienda es en Chile. En otros lugares, se utiliza más que nada en hospitales, en cárceles, en edificios institucionales. Diría que, internacionalmente, es 50-50, mientras que nosotros somos 90-10, cargado para el área de vivienda”, precisó.

Esto no significa que el sistema de Baumax no se utilice en proyectos de infraestructura civil. Hace poco, relata Sebastián Lüders, la empresa participó en un proceso de licitación para instalaciones de seguridad (una comisaría), el que resultó aprobado, demostrando su eficiencia para este tipo de edificaciones.

Para conocer más sobre el proceso constructivo de esta obra, los invitamos a revisar el siguiente video

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